En el marco de la campaña ¡Por las Mujeres de Juárez!, impulsada por el DIF Municipal, la boxeadora internacional Diana “Bonita” Fernández compartió este lunes una conferencia motivacional que dejó una fuerte huella en más de 300 niños, niñas y adolescentes del Centro de Atención Social y Educativo para las Familias (CASEF).
La consentida del boxeo juarense abrió su corazón y narró los retos, sacrificios y triunfos que han marcado su vida dentro y fuera del cuadrilátero, despertando aplausos, sonrisas y miradas llenas de ilusión entre los asistentes.
Las “tres D” que la sostienen en cada pelea
“Dios, Disciplina y Dedicación son las tres ‘D’ que yo antepongo en cada reto de mi vida, porque me permiten seguir adelante”, expresó Fernández, desatando una ovación entre los jóvenes que escuchaban atentos cada palabra.
La charla fue encabezada por la presidenta del DIF Municipal, Ruby Enríquez, quien aprovechó para preguntarle a la invitada especial cuál ha sido el mayor obstáculo en su carrera por ser mujer.
Diana respondió con sinceridad boxística:
“Quiza el pago… ese sería. Por ejemplo, Canelo Álvarez gana grandes cantidades, pero en un futuro no muy lejano llevaremos las mejores carteleras de mujeres a nivel mundial”.
Su mensaje, lejos de queja, se convirtió en un grito de esperanza para una nueva generación que la ve como ejemplo.
A días de un reto histórico
La charla llega en un momento clave para la juarense. Este sábado 29 de noviembre, Diana “Bonita” Fernández buscará conquistar el Campeonato Mundial WBC frente a la paseña Nayeli “Bikina” Rodríguez, pelea que podría marcar un antes y un después en su carrera.
Un auditorio lleno de inspiración
La conferencia se llevó a cabo en el auditorio de FEMAP y contó con la presencia de:
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Lucila Chavira, directora del DIF Municipal
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Juan Escalante, director del Instituto Municipal del Deporte y Cultura Física de Juárez (IMDEJ)
Ambos destacaron la importancia de acercar ejemplos reales de esfuerzo y superación a la juventud juarense, especialmente a través de figuras como Diana, cuya historia demuestra que los sueños, con disciplina, sí se cumplen.