¡Adiós Knicks! La defensa fue su talón de Aquiles en unas Finales del Este

User Rating: 0 / 5

Star InactiveStar InactiveStar InactiveStar InactiveStar Inactive
 

La frase más reveladora de las Finales de Conferencia Este llegó tras el Juego 3, cuando el coach de los Pacers, Rick Carlisle, no se guardó nada luego de que su equipo remontara una desventaja de 20 puntos para revivir en la serie. Lo más sorprendente es que gran parte de esa remontada ocurrió sin Jalen Brunson en cancha, quien se encontraba en la banca por problemas de faltas.

 

Carlisle fue contundente: “Tenían a sus mejores defensores en la cancha”.

Esa declaración retrata en una sola línea el problema que ha perseguido a los Knicks durante toda la temporada: la defensa.

 

Aunque fue un año de grandes logros para Nueva York, el equipo fue incapaz de frenar a unos Pacers veloces, colectivos y sin miedo al escenario grande. Y cuando más se necesitó a sus figuras, Brunson y Karl-Anthony Towns no estuvieron a la altura en el costado defensivo.

 

Brunson, quien guió a los Knicks a una histórica temporada regular, terminó la serie con un +/- de -26, en una escuadra que en total solo perdió por 11 puntos. Una señal clara de que el sistema defensivo colapsa cuando sus líderes no responden atrás.


🏀 ¿Pueden los Knicks dar el salto con Brunson y Towns al mando?

 

Es una pregunta que ya retumba en todo Nueva York. Incluso, hay quienes ya colocan a OG Anunoby como el segundo mejor jugador del equipo. Con una base sólida de siete jugadores y espacio para hacer algunos movimientos con la mid-level exception, la oficina encabezada por Leon Rose tiene trabajo por hacer.

 

La clave: sumar jugadores de rol que aporten defensiva y convencer a Thibodeau de rotar más el banquillo. Porque el talento está ahí, pero el equilibrio sigue faltando.


🌟 Temporada histórica… pero con sabor amargo

 

Fue el mejor año de los Knicks en más de dos décadas. Finales de Conferencia por primera vez desde el 2000, el Madison Square Garden rugiendo como nunca, celebridades como Timothée Chalamet y Ben Stiller haciéndose habituales, y un equipo que terminó entre los mejores cuatro de la liga.

 

Pero también fue una oportunidad de oro que dejaron escapar.

Con Boston diezmado, Nueva York parecía tener un camino despejado al título. Pero no supieron capitalizarlo.

 

Y mientras Tyrese Haliburton elevó a todos los Pacers con su visión colectiva, los Knicks dependieron de una ofensiva predecible, centrada en el 1 a 1, en la que Brunson acaparaba el balón sin diversificar el ataque.


🛡️ Falta de profundidad, carencias defensivas

 

Brunson y Towns hicieron el trabajo ofensivo, llevando al equipo a tener el 5.º mejor rating ofensivo de toda la NBA. Pero también fueron los más atacados en defensa. Y cuando las piernas fallaron, cuando el rival corrió más y mejor, los Knicks no supieron reaccionar.

 

Towns fue expuesto una y otra vez, especialmente en el Juego 6, con coberturas erráticas que provocaron gestos visibles de molestia entre sus compañeros. Un patrón repetido durante toda la temporada.


🔄 ¿Correrla de nuevo será suficiente?

 

La base está ahí. La ciudad está ilusionada. Y el Este se presenta más abierto que nunca, con las posibles ausencias de Tatum y Lillard.

¿Será suficiente repetir la fórmula o se necesita una reconstrucción táctica profunda?

 

Una cosa es segura: los Knicks ya no son una burla. Están de vuelta en la conversación, pero si quieren dejar de ser promesa y convertirse en realidad, tendrán que defender tan bien como atacan.

 

Porque en Nueva York, la grandeza no se mide solo en espectáculo… sino en anillos.

Línea Deportiva © 2025

Busqueda