Lo que los Pacers le habían hecho a todos durante toda la temporada y los playoffs… el Thunder se los hizo a ellos.
Indiana parecía tener el control. Entraron al último cuarto con ventaja de siete puntos, dominando la mayor parte del juego. Pero nunca lograron despegarse lo suficiente. Entonces, con su temporada pendiendo de un hilo, Oklahoma City explotó. La defensa se volvió impenetrable, permitiendo solo una canasta de campo en los últimos cinco minutos, mientras Shai Gilgeous-Alexander se transformaba en leyenda con 15 puntos solo en el último cuarto.
“Nos estancamos. Sus segundos esfuerzos fueron un gran problema”, admitió el coach de Indiana, Rick Carlisle, haciendo referencia a los cuatro rebotes ofensivos que capturó OKC en el cuarto final.
El resultado fue una dura derrota para los Pacers, apenas la segunda en juegos cerrados durante estos playoffs, cayendo 111-104, y con ello la serie queda igualada 2-2.
🔜 El Juego 5 se jugará la noche del lunes en Oklahoma City, en lo que ya se perfila como una serie digna de irse a siete partidos.
Durante toda la serie, los Pacers han centrado su defensa en negar el balón a SGA, y cuando lo recibe, hacerle difícil involucrar a sus compañeros. Y en gran parte lo lograron. Pero el canadiense no se escondió, aceptó el reto y terminó con 35 puntos, siendo imparable cuando más lo necesitaban.
“Solo intenté ser agresivo. Sabía lo que significaba perder este juego, así que salí a dejarlo todo”, dijo un encendido Shai tras el partido.
Los Pacers pueden lamentar esta derrota si no logran coronarse. El Thunder apenas encestó 3 de 17 triples, mientras Indiana metió 11 de 36, superando a OKC por 24 puntos desde la larga distancia. Aun así, el resultado favoreció al equipo de Mark Daigneault, quien hizo el primer gran ajuste táctico de la serie, regresando a su alineación de dos hombres grandes con Chet Holmgren e Isaiah Hartenstein.
📊 ¿Funcionó? No del todo. Indiana comenzó encendido con un 20-12 liderado por Pascal Siakam y Myles Turner, y aunque el Thunder empezó frío desde el perímetro, cerraron el primer cuarto abajo solo por un punto: 35-34.
En el segundo cuarto, hubo tensión: Obi Toppin cometió una falta flagrante sobre Alex Caruso en una jugada que no parecía de baloncesto (aunque en otra era, habría sido solo una falta dura de playoffs). Hartenstein le dijo unas palabras, pero no pasó a mayores.
Indiana se fue al descanso arriba 60-57, dominando desde el triple (7 de 19), mientras OKC apenas embocaba 1 de 10. Hasta ese momento, los Thunder iban 6 de 21 en tiros fuera de la pintura.
En el tercer cuarto, los Pacers olieron sangre. La defensa se intensificó, la afición se encendió y los tiros siguieron cayendo. Indiana lideraba por siete al entrar al cuarto final, y todo apuntaba a una victoria que los pondría a un paso del título más cercano en la historia de la franquicia.
Pero entonces llegó el torbellino Thunder del último cuarto… y ahora todo está igualado otra vez.