Erling Haaland volvió a demostrar por qué es el delantero más temido del planeta. Con un gol decisivo y una presencia dominante, lideró la remontada del Manchester City en el Santiago Bernabéu para vencer 2-1 al Real Madrid, en una noche que podría marcar el final de la era Xabi Alonso al frente del gigante español.
El duelo, cargado de expectativa, no decepcionó. El Madrid parecía reencontrar la esperanza cuando Rodrygo rompió una racha de 32 juegos sin marcar, adelantando a los blancos al minuto 28. Una explosión de alivio en las gradas. Pero duró poco.
El City respondió con la frialdad de un campeón:
Al 35’, Nico O’Reilly —en plan héroe inesperado— aprovechó un error de Thibaut Courtois, quien no pudo controlar un cabezazo de Gvardiol en un tiro de esquina. El silencio cayó sobre el estadio.
Y luego llegó Haaland.
Al 43’, el noruego fue derribado por Antonio Rüdiger dentro del área. Penal. Misión cumplida. Un cobro lleno de potencia que dejó sin opción al guardameta y puso el 2-1 que silenció el Bernabéu y encendió el banco de Guardiola.
Golpe a la mesa y salto en la Champions
El triunfo impulsa al Manchester City a 13 puntos y al 4.º lugar en la tabla de la UEFA Champions League, una posición privilegiada rumbo a un lugar entre los ocho mejores —y el codiciado pase directo a cuartos de final.
El Real Madrid, por su parte, cae al 7.º sitio con 12 unidades. A pesar de estar segundo en La Liga, a cuatro puntos del Barcelona, este tropiezo en casa podría ser el último partido de Xabi Alonso, según múltiples reportes que apuntan a su inminente salida.
Lo cierto es que el City salió del Bernabéu con autoridad, con la figura de Haaland creciendo bajo los reflectores europeos, y con el Madrid sumido en dudas y cuestionamientos que pueden cambiar el rumbo del club en cuestión de horas.

