Los Knicks recibieron la mejor noticia posible después de que Jalen Brunson abandonara cojeando la duela en los minutos finales del partido del miércoles ante Orlando. El base fue diagnosticado con un esguince de tobillo derecho grado 1, de acuerdo con los reportes iniciales de Shams Charania (ESPN) e Ian Begley (SNY.tv), información que fue luego confirmada por múltiples fuentes.
Brunson no jugará este viernes cuando Nueva York reciba a los Miami Heat en duelo del NBA Cup, y a partir de ahí será evaluado día a día. Un esguince grado 1 es el nivel más leve de esta lesión, con tiempos de recuperación que pueden ir desde menos de una semana hasta cerca de tres. Es el mismo tobillo que Brunson se lastimó al final de la temporada pasada.
La lesión ocurrió de forma polémica: Brunson seguía en la cancha pese a que los Knicks perdían por 16 puntos y restaban menos de dos minutos. El exentrenador Tom Thibodeau fue criticado en el pasado por decisiones similares, y el actual coach, Mike Brown, ya había señalado que buscaría modificar ese tipo de situaciones. Brunson dejó la arena usando muletas y con una bota ortopédica, pero no habló con los medios.
Antes del incidente, Brunson promediaba 28 puntos y 6.5 asistencias por partido en este inicio de temporada, números que han impulsado a los Knicks a un récord de 7-4, colocándose en la tercera posición de la Conferencia Este. Una de las evoluciones más notables en su juego ha sido su capacidad para producir con menos tiempo el balón en sus manos, mostrando eficiencia tanto como generador como en acciones sin drible.