Con un despliegue demoledor de poder ofensivo y mentalidad de campeón, los Boston Celtics defendieron con autoridad su corona y cerraron la serie ante el Magic con una aplastante victoria 120-89, sellando el 4-1 en la primera ronda de los Playoffs de la NBA.
La noche tuvo un nombre propio: Jayson Tatum, quien firmó una actuación de élite con 35 puntos, 10 asistencias y ocho rebotes, liderando a unos Celtics que dejaron a un lado su acostumbrada lluvia de triples para ejecutar una ofensiva quirúrgica y letal. Fue tal la transformación que no encestaron un solo triple en toda la primera mitad, algo que no les ocurría